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viernes, 14 de julio de 2017

¿Por qué ser vegetariano? aspecto sanitario

¿Por qué ser vegetariano? aspecto sanitario


Salud y dieta 

   Hasta ahora hemos hablado sobre la ineficiencia del modelo de producción de alimentos de origen animal y el impacto medio ambiental que implica esta industria en estado creciente.

¿Pero qué hay de la salud?  ¿No es la carne algo necesario? ¿No es un alimento indispensable e imprescindible en la dieta humana?.

Eso es simplemente falso y ya vamos a ver porque.

Voy a recalcar la importancia que tiene este tema por lo menos para mí, me interesa la salud de las personas, y reconociendo los grandes beneficios de la dieta vegetariana aportado por las conclusiones de las investigaciones en nutrición, es evidente que la recomiende, especialmente en una sociedad con un estado de salud cada vez más deplorable, donde lo común es padecer de hipertensión arterial, hiperuricemia, infarto agudo de miocardio, accidente cerebro vascular, obesidad o diabetes.

Al igual que el medio ambiente, todo esto es producto del mismo sistema que fomenta un tipo de alimentación insalubre, condicionando la dieta de la población a través del marketing y la fijación de los valores culturales.

Mediante una correcta alimentación el ser humano puede influir de manera determinante sobre su salud, su capacidad de rendimiento y su esperanza de vida.

 El ser humano, como todo ser vivo, necesita materiales con los  que construir o reparar su propio organismo,  energía para hacerlo funcionar, y  reguladores que controlen ese proceso.

Para conseguirlo debe proporcionar a su cuerpo las sustancias requeridas, lo que se hace posible mediante la alimentación.  



La obesidad una gran enfermedad de la población mundial



Sistema deficiente



Como mencioné anteriormente, casi todo lo que se realiza en el marco del sistema  monetario es deficiente, esto es totalmente aplicable a la alimentación.

Consideremos la industria de los alimentos y pensemos en la mala influencia que a veces tiene en la nutrición y en la salud.

Las tasas de obesidad se disparan en todo el mundo, aunque entre los países más grandes, tal vez el problema es más grave en los Estados Unidos donde aproximadamente una tercera parte de los adultos son obesos (indicado por el índice de masa corporal superior a 30).

Lo que es todavía más sorprendente es que uno de cada seis niños y adolescentes son obesos, un porcentaje que se ha triplicado desde 1980.

Mientras que en Argentina, más de la mitad de la población sufre sobrepeso y un 18% sufre de obesidad, correspondiendo también a la tasa más alta de obesidad infantil de América Latina con el 7,3% de prevalencia según la Base de Datos Global sobre Crecimiento Infantil y Malnutrición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De este modo, se suman preocupaciones frente a uno de los mayores desafíos de la salud pública en este siglo: la epidemia de enfermedades crónicas que relacionan la hipertensión arterial, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la insuficiencia renal y la propensión al stroke y el deterioro cognitivo precoz.


 Sin embargo, la epidemia de la obesidad no interrumpe en absoluto el crecimiento. Los alimentos altamente procesados a base de maíz que tienen numerosos aditivos químicos son bien conocidos por ser un importante motor del aumento de peso, pero, desde una perspectiva convencional de contabilidad del crecimiento, son excelentes.

 Las grandes empresas agrícolas reciben dinero por producir maíz (a menudo subsidiado), y los procesadores de alimentos reciben dinero por añadir toneladas de químicos para crear un producto adictivo e irresistible.

Los científicos reciben dinero por encontrar la mezcla exacta de sal, azúcar y químicos para hacer altamente adictiva la comida instantánea más nueva; los anunciantes reciben dinero por promoverla; y al final, la industria de la salud gana fortunas al tratar la enfermedad que inevitablemente se produce.

Química en los alimentos de consumo



Ciertamente los políticos no podrían quejarse, ya que cualquiera que osara a hablar de las implicaciones de los alimentos procesados para la salud, el medio ambiente o la sustentabilidad, se quedarían en numerosas ocasiones sin financiamiento para sus campañas.

Los consumidores reciben poca información en las escuelas, bibliotecas o campañas de salud; en cambio, los mensajes publicitarios los inundan con información errónea.

Dado que en la mayor parte de los países hay pocos recursos para tener una televisión pública de alta calidad, los niños quedan cooptados por los canales que pagan los anunciantes, incluidos los de la industria de alimentos.


Más allá de la desinformación, los productores tienen pocos incentivos para confrontar los costos del daño ambiental que provocan. Igualmente, los consumidores no tienen muchos motivos para asumir los costos de salud relacionados con la elección de sus alimentos.

Sería muy grave que nuestros únicos problemas fueran los ataques al corazón que provoca la industria de los alimentos y el fenómeno económico equivalente que facilita la industria financiera. Sin embargo, la dinámica patológica del marco regulatorio, político y económico que caracteriza a estas industrias es mucho más dañina.



Nuestro tipo de alimentación es cultural

 


Vamos a considerar una situación: NUESTRA MANERA DE ALIMENTARNOS ES PLENAMENTE CULTURAL.

Esto se debe a que depende, principalmente, de la disponibilidad de alimentos en el lugar donde residimos y nuestro entorno inmediato durante las primeras etapas de la vida (lactancia, infancia y adolescencia).

Es decir, que la forma en la que comemos va a estar establecida inicialmente por nuestra familia o entorno inmediato, y segundo por la sociedad.

 
 Podemos objetivar que nunca fuimos soberanos sobre nuestra forma de alimentación, si vemos que los primeros alimentos que tomamos después de la lactancia, son aquellos que son brindados por las personas que están a nuestro cargo (madre, padre, tíos, abuelos, tutores), ya sea, por costumbre o por recomendación de un profesional de la salud.


 Por ejemplo, el asado es una comida muy bien conocida y deseada en gran parte de la sociedad argentina, el cual está íntimamente relacionado a valores familiares y sociales.



el asado es una comida muy bien conocida y deseada en gran parte de la sociedad argentina


Si el asado no es expedido en locales comerciales, casi siempre implica un acto de encuentro social; los asados menos abundantes suelen ser los domingueros que puede tener una familia, sin embargo se destacan los grandes asados que reúnen a muchas personas (principalmente familias y amistades); en tal caso el asado tiene algunas características casi rituales: ya se ha indicado que en un gran asado solo el asador o los asadores intervienen en el manejo de la cocción y cuando el asado está listo para ser consumido suele usarse por parte de los comensales la frase: "¡un aplauso para el asador!".

Pero si hubiésemos nacido en México, seguramente preferiríamos la comida picante y el maíz constituiría uno de los pilares de nuestra alimentación.

Si hubiésemos nacido en Japón, en nuestra dieta predominaría el arroz y el pescado.

En cambio, si hubiésemos nacido en EEUU nos encantaría la comida chatarra y abundarían los alimentos procesados en nuestra dieta. Que por cierto, es una tendencia creciente y preocupante en muchas partes del mundo.


 Y si hubiésemos nacido en una región tropical donde abundan las frutas y verduras, probablemente ellas serían el principal aporte de nutrientes.


Dieta sana a base de frutas y verduras



Como podrán ver, en mayor parte, nuestra alimentación depende de nuestro entorno, o sea, del tipo de alimento disponible y de nuestras costumbres sociales.

 Debido a que los investigadores son personas, es evidente notar que la comunidad científica nunca estuvo (ni lo está) exenta de esta culturización alimentaria.



Sesgo cultural en investigación

 



La sociedad "acomodada" en las naciones industrializadas, o sea, aquella que pagaba por las investigaciones, estaba mayormente compuesta por no vegetarianos. Por lo tanto, la mayoría de los científicos que investigaban el tema probablemente no percibían no superaban este sesgo cultural contra las dietas sin carne, que llevo a una creciente preocupación sobre los potenciales riesgos de las dietas vegetarianas.

                                      
                                                                  ¿Por qué?



Bueno, porque los estudios publicados sobre vegetarianismo se basaban en reportes de casos de niños con bajo peso y talla o personas con algún déficit nutricional. Es decir, se basaban en personas vegetarianas que acudían al hospital por control o enfermedad.

Con el paso del tiempo, el interés por este tipo de dieta fue incrementando y se  publicaron algunos estudios demostrando algunos beneficios de la dieta vegetariana, especialmente sobre los beneficios cardiovasculares que resultaron muy obvios, ya que esta dieta tiene bajo contenido de grasas saturadas y colesterol.


Aunque aún no dejaba de ser considerada como un tipo de alimentación riesgosa para la salud.

Pero durante los últimos  años, los resultados de los estudios epidemiológicos nutricionales han documentado beneficios importantes y cuantificables de la dieta vegetariana y de otras dietas basadas en alimentos vegetales, al punto de que actualmente se la está considerando como más beneficioso para la salud que una dieta estándar.




Esto ha sido reconocido por las asociaciones de nutricionistas más importantes del mundo como la American Dietetic Association (ADA), la British Dietetic Association (BDA), la New Zealand Dietetic Association (NZDA), la American Academy of Paediatric, la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN), la Canadian Paediatric Society y un largo etcétera, conformadas por decenas de miles de expertos, avalan que una dieta 100% vegetal es válida para todas las etapas de la vida de un humano.

  

 Cuestionamientos frecuentes



A pesar de la evidencia científica en apoyo a los regímenes vegetarianos, existen ciertos cuestionamientos de parte del público en general y los profesionales de la salud, los cuales rechazan la idea de que una dieta vegetariana pueda ser tanto o más saludable que una dieta basada en carne, probablemente esta postura este basada en sesgos cognitivos y ausencia de actualización en el tema.






Dentro de estos cuestionamientos, hay dos que destacan entre todas y son las que personalmente considero más relevantes: 

1) “En la carne están todas las proteínas, ¿De dónde sacas las proteínas si no consumís carne?”
   Las proteínas son grandes moléculas que cumplen con la función de crecimiento y mantenimiento de los tejidos, así como también para la formación de hormonas y otras sustancias fisiológicas.
 
   Pero en realidad, el término técnico que debemos utilizar es aminoácidos, los cuales son las moléculas que constituyen a las proteínas, como los ladrillos que constituyen una pared. Existen 20 aminoácidos, de los cuales 8 el ser humano no puede sintetizar y debe incorporarlos con la dieta, estos son llamados aminoácidos esenciales.

   Aquellas proteínas que poseen todos los aminoácidos esenciales son llamadas “completas” y aquellas que no poseen todos los aminoácidos esenciales son llamadas “incompletas”.

La carne, los huevos y los lácteos poseen proteínas completas, mientras que la mayoría de los productos de origen vegetal poseen proteínas incompletas.


La carne, los huevos y los lácteos poseen proteínas completas



 Se solía creer que era necesario consumir todos los aminoácidos al mismo tiempo para obtener la “proteína completa”, ya sea consumiendo alimentos con todos los aminoácidos o combinando alimentos con diferentes aminoácidos, como por ejemplo trigo (bajo en lisina) y porotos (rico en lisina).

 Pero hoy ya sabemos que el cuerpo almacena los aminoácidos que necesita y los utiliza cuando es necesario, formando los llamados pool de aminoácidos, algo así como tanques.

  Ya en 1994, se publicó un estudio en el American Journal of the Clinical Nutrition, llamado “Las proteínas vegetales en relación con la s proteína s y aminoácidos humanos ” (“Plant proteins in relation to human protein and aminoacid nutrition”), en donde se menciona que las mezclas de proteínas vegetales pueden servir como una fuente completa y equilibrada de aminoácidos para satisfacer las necesidades fisiológicas humanas, acabando con algunos mitos nutricionales en cuanto a las dietas vegetarianas.

Como vemos, las dietas basadas sólo en alimentos de origen vegetal suministran con facilidad las cantidades recomendadas de todos los aminoácidos indispensables, y la combinación de proteínas en cada comida es innecesaria. Algunos alimentos ricos en proteína son:

- Cereales: harina de trigo integral, avena, cebada, mijo, arroz integral.
- Legumbres: garbanzos, lentejas, porotos, soja, arvejas.
- Frutos secos: nueces, avellanas, almendras.
- Semillas: girasol, sésamo, calabaza.


2) “Ah no, el hierro solo se saca de la carne, por eso los vegetarianos son anémicos...”

El hierro es un mineral muy importante que cumple múltiples funciones metabólicas desde el transporte de oxígeno y formación de la hemoglobina de los glóbulos rojos, hasta la participación en los procesos de varias enzimas.

El cuerpo posee una constante de unos 3 a 4 gramos de hierro, el cual cuida con mucha eficiencia. El hierro puede estar disponible en los alimentos de dos formas: la forma hemo (alimentos de origen animal) y la forma no hemo (alimentos de origen vegetal), y a diferencia del hierro hemo, el hierro no hemo es más difícil de absorber debido a que es más sensible a los llamados inhibidores de la absorción del hierro, como lo son los fitatos y taninos que se encuentran en abundancia en las semillas, los tés y algunos cereales.


 Esto llevó a pensar que los vegetarianos son más propensos a la anemia que los no vegetarianos y que su posibilidad de obtener hierro de la dieta era menor. Pero a pesar de esto, los estudios muestran que la ingesta de hierro es mayor en los vegetarianos y que la tasa de anemia es mayor en los no vegetarianos.

 Además, estudios han demostrado que cuando la ingesta de hierro de origen vegetal es relativamente alta (14 a 26 mg/día), aunque se tomen grandes cantidades de fitato la absorción de hierro no se veía afectada.

No habría porque preocuparse por el hierro si la dieta vegetariana es equilibrada, pero si estás preocupado porque la ingesta de hierro pueda ser deficiente, podrías evitar comer alimentos ricos en hierro junto con aquellos que inhiben la absorción del hierro y calcio, e incluir alimentos que contienen vitamina C que ayuda a la absorción.

 Como verán, los vegetarianos toman grandes cantidades de hierro, y aunque el hierro de origen vegetal se absorbe con menor facilidad que el de origen animal, debido a la gran cantidad de vitamina C que consumen se refuerza la absorción del hierro.

Diferentes estudios han demostrado que la cantidad de hierro en los vegetarianos es normal, y que la falta de hierro no es más común que en el resto de la población.


 Cabe destacar que los vegetarianos mal asesorados pueden tener los mismos trastornos nutricionales que una persona que come productos de origen animal, como obesidad o anemia, por lo que es importante reconocer el punto de dieta adecuadamente planificada, al igual que cualquier otra.


 Vegetarianismo como promoción y prevención de la salud




   La medicina preventiva es la especialidad médica encargada de la prevención de las enfermedades basada en un conjunto de actuaciones y consejos médicos.

Esta se aplica tanto en atención especializada u hospitalaria como atención primaria. Tiene distintas facetas según la evolución de la enfermedad, y se pueden distinguir cuatro tipos de prevención en medicina.

  • Prevención primaria     

 La prevención primaria se lleva a cabo eliminando los factores que puedan causar lesiones, antes de que se hagan efectivos. La intervención tiene lugar antes de que se  produzca la enfermedad, siendo su objetivo principal el impedir o retrasar la aparición de la misma.

          - Idea principal: Eliminación de las causas.
          - Objetivo: Disminuir la incidencia.
          - Aplicación: En el período prepatogénico (antes del inicio de los estímulos inducidos por los    factores que provocan la enfermedad).

   A su vez, la prevención puede dividirse en dos áreas: 


   La promoción de la salud, que está dirigida a las personas.

Es el fomento y defensa de la salud de la población mediante acciones que inciden sobre los individuos de una  comunidad. Por ejemplo, las campañas antitabaco para prevenir el cáncer de pulmón y otras enfermedades asociadas al tabaco o la dieta baja en grasas y ejercicio para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. 

 La protección de la salud, que se realiza sobre el medio ambiente.


Es el fomento del cuidado y mantenimiento del ecosistema del cual formamos parte. Como por ejemplo el mantenimiento de áreas de bosques, el cuidado de los océanos, control de emisiones de CO2, etc. Las actividades de protección de la salud no las  ejecuta el el personal de la salud, sino otros profesionales afines a las temáticas (ingenieros, técnicos, biólogos, etc.).

  •   Prevención secundaria    

    La Prevención secundaria consiste en detectar y aplicar tratamiento a las enfermedades en  estados muy tempranos. La intervención tiene lugar al principio de la enfermedad, siendo su objetivo principal el impedir o retrasar el desarrollo de la misma. 
     
                - Idea principal: Diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad.
                - Objetivo: Disminuir la prevalencia de la enfermedad.
                - Aplicación: En el período preclínico (cuando aún los síntomas y los signos no son   aparentes, pero existen en estado embrionario o subclínico).


  •  Prevención terciaria  

 La prevención terciaria se realiza cuando ya se ha instaurado la enfermedad, y se intenta  evitar que empeore y que se produzcan complicaciones. La intervención tiene lugar en plena enfermedad, siendo su objetivo principal eliminar o reducir las consecuencias del desarrollo de la misma.

     
                - Idea principal: Reducir el daño mediante el tratamiento y la rehabilitación de una enfermedad establecida.
                - Objetivo: Disminuir la prevalencia de la enfermedad. - Aplicación: En el período clínico (cuando los síntomas y los signos son aparentes).



  •  Prevención cuaternaria 




     La  prevención cuaternaria es el conjunto de actividades sanitarias que atenúan o evitan las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema sanitario.

        - Idea principal: Evitar el sobrediagnóstico y el sobretratamiento en los pacientes.
        - Objetivo: Disminuir la incidencia de iatrogenia.
        - Aplicación: Durante todo el episodio de atención (período preclínico y clínico).

    Como verán, existen diferentes niveles de atención, pero solo hay uno que es el más eficiente a la hora de proporcionar una adecuada salud a la población, distribuir eficientemente los valiosos recursos, utilizar el tiempo de manera adecuada y por sobre todas las cosas, ELIMINAR EL PROBLEMA DE RAÍZ. Claramente, la prevención primaria es la mejor apuesta que podemos hacer.

    Justamente, la dieta vegetariana es una excelente herramienta a aplicar dentro de las tantas que dispone la medicina preventiva.



    Vegetarianismo y prevención de la enfermedad cardiovascular




    Según los datos brindados en el artículo “Actualización de las causas de muerte 2008” ( Causes of death ), publicado en Junio del 2011 por el Departamento de Informática y Estadísticas Sanitarias de la OMS, los infartos agudos de miocardio (IAM) y los accidente cerebro vasculares (ACV) correspondieron al 23,8% de las muertes a nivel global, siendo 12,8% para el IAM y un 10,8% para el ACV.

    Estas dos patologías entran en la clasificación de enfermedades cardiovasculares, por lo que, aprovechando estas cifras vamos a ver como se aplica la afirmación de que la dieta vegetariana produce beneficios sanitarios.

      Las dietas vegetarianas pueden utilizarse para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ya que prácticamente eliminan todos los factores de riesgo de padecer esta patología.


     Según la Asociación Americana del Corazón (American Hearth Association) los factores de riesgo para contraer una enfermedad cardiovascular se dividen en no modificables y modificables.

     - Factores de riesgo no modificables: sexo masculino, edad avanzada y antecedentes hereditarios.
     - Factores de riesgo modificables: presión arterial sistólica elevada, altos niveles de colesterol, obesidad, diabetes, tabaquismo y sedentarismo


           Un análisis de cinco estudios prospectivos que incluyó más de 76.000 sujetos publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, mostró que la muerte por enfermedad isquémica del corazón era un 31% menor en hombres vegetarianos en comparación con los no vegetarianos y un 20% menor en mujeres vegetarianas en comparación con las no vegetarianas.

    Pero para demostrar la aplicación de la dieta vegetariana en la prevención del desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, vamos a comparar los impactos que tienen la dieta vegetariana versus una dieta convencional sobre los factores de riesgos anteriormente mencionados.

     La siguiente tabla muestra a la izquierda los principales factores de riesgo para enfermedad cardiovascular  y a la derecha la comparación entre. Existen varios artículos sobre cada ítem, pero para no extendernos solo vamos a mencionar algunos.



    Dieta vegetariana vs dieta convencional



    Presión Arterial Sistólica:



    Muchos estudios muestran que los vegetarianos tienen tanto la presión sanguínea  sistólica como diastólica más baja, con diferencias entre vegetarianos y no vegetarianos de entre 5 y 10 mm de Hg menos en vegetarianos.

    Un estudio transversal publicado en 2002 en el Journal de Nutrición y Salud Publica de la Universidad de Cambridge, donde participaron 11 mil personas del Reino Unido, encontró que había una menor tasa de hipertensión en las personas vegetarianas que en las no vegetarianas.



    En un estudio, el 42% de los no vegetarianos tenía hipertensión (definida como más de 140/90 mm de Hg) en comparación con tan sólo el 13% de los vegetarianos. Incluso cuando el peso corporal era similar entre sujetos, los vegetarianos tenían menores cifras de presión sanguínea. Situar a sujetos no vegetarianos en una dieta vegetariana condujo a una reducción en la presión sanguínea en sujetos normotensos.


     Colesterol: 




     Por regla general, los estudios encuentran en las personas vegetarianas niveles menores de colesterol total y de colesterol LDL (colesterol “malo”).


    Además, los  estudios de intervención han demostrado una reducción en los niveles de colesterol total y de colesterol LDL cuando los sujetos cambiaban de su dieta habitual a una dieta vegetariana. Sobre el colesterol HDL (colesterol “bueno”) hay pocas pruebas de que una dieta vegetariana esté asociada con mayores niveles de HDL, se requieren más estudios.



    Obesidad: 




    En un estudio transversal sobre 38 mil personas, publicado en el año 2003 en el Journal Internacional de Obesidad,  se encontró que quienes comían carne tenían los valores más altos de índice de masa corporal medio ajustado por edad y las personas vegetarianas tenían valores más bajos.

    Otro estudio trasversal más reciente, publicado en el 2005 en el American Journal of Clincal Nutrition donde participaron 55459 hombres y mujeres se encontró que la prevalencia de sobrepeso (índice de masa corporal mayor a 25) en los omnívoros era de 40% y en los vegetarianos entre un 20 y 30% (diferencia encontrada entre veganos y lacteovegetarianos).


       Y según el Programa Nacional de Educación del Colesterol de EEUU se ha comprobado que una dieta vegetariana baja en grasas es más efectiva para la pérdida de peso a largo plazo en mujeres posmenopáusicas que una dieta convencional.



    Diabetes: 



     Este es un tema muy interesante y existen muchas investigaciones al respecto. Las dietas vegetarianas pueden cumplir las guías para el tratamiento de la diabetes, y algunas investigaciones sugieren que las dietas con más contenido en alimentos vegetales reducen el riesgo de  padecer diabetes tipo 2.


       En un estudio publicado en 2002 en el Journal of the American Clinical Association, se asoció la ingesta superior de verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos con un riesgo sustancialmente menor de resistencia a la insulina y de diabetes tipo 2, y una mejoría en el control glucémico, tanto en sujetos normales como en resistentes a la insulina.

      Mientras que en el Estudio de Salud de las Enfermeras publicado en el 2001 en el American Journal of Clinical Nutrition se observó que el consumo de frutos secos estuvo asociado inversamente con el riesgo de diabetes tipo 2 tras ajustar por índice de masa corporal, actividad física y otros factores.

    El riesgo padecer diabetes para  aquellos que consumían frutos secos cinco o más veces a la semana fue un 27% inferior que para aquellos que no consumían casi nunca.


     Tabaquismo y sedentarismo:


     Algunos estudios relacionan la baja incidencia de tabaquismo en los vegetarianos por el hecho de que las personas que siguen este tipo de dieta tienen inclinación hacia hábitos de vida saludables. Lo mismo sucede con la actividad física.




     Vegetarianismo y tratamiento de la enfermedad cardiovascular
       



    No solo se pueden prevenir las enfermedades cardiovasculares, sino que también se pueden revertir, como lo demostró un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association.

    El estudio se denominó “Reversión de la enfermedad coronaria utilizando cambios intensivos en el estilo de vida” ( Intensive Lifestyle Changes for Reversal of Coronary Heart Disease ), y se trató de un estudio randomizado con grupo control llevado a cabo por investigadores de San Francisco, California (EEUU) en donde participaron 48 pacientes con enfermedad coronaria moderada a grave cuantificada con angiografía coronaria, cuya finalidad era determinar la viabilidad de producir y mantener un cambio intenso en el estilo de vida en estos pacientes y determinar sus efectos sin la utilización de hipolipemiantes (fármacos para disminuir las grasas en la sangre).

Enfermedades cardiovasculares



    28 pacientes formaron parte del grupo experimental donde se indicó dieta vegetariana baja en grasa (<10% de grasas), ejercicio aeróbico, cese del hábito tabáquico, entrenamiento para el manejo del estrés y apoyo psicológico grupal; mientras que 20 pacientes formaron parte del grupo control con manejo convencional de la patología con fármacos.

     En los resultados no solo se observó una disminución de todos los factores de riesgo cardiovascular como vimos anteriormente (presión arterial sistólica, colesterol total y LDL, obesidad, tabaquismo), sino que también, mediante angiografía coronaria (estudio para ver las arterias del corazón) se cuantifico un aumento de la luz coronaria y regresión de  la arteriosclerosis, con un 5,4% de mejoramiento al año y un 27,7% a los 5 años (grupo control 4,5% y 7,9%).


     Esto quiere decir que la enfermedad cardiovascular hizo una regresión, las arterias coronarias se “limpiaron” de las placas de ateroesclerosis. Otros estudios similares han mostrado los mismos resultados.



    Otros beneficios sanitarios del vegetarianismo




    Pero esto solo constituye una parte del espectro de beneficios que puede brindar la adopción de una dieta vegetariana. A continuación una lista de algunas de las campos en donde se ha estudiado al vegetarianismo, y como pueden ver, es muy amplia.

    • Prevención de la osteoporosis. 
    • Prevención de diversos tipos de cáncer (pulmón, boca, esófago, estómago, colorrectal, próstata, mama).  
    • Manejo y disminución de la progresión de la enfermedad renal. 
    • Manejo y tratamiento de diverticulosis/itis. 
    • Disminución de la incidencia de crisis en colagenopatías (AR y LES). 
    • Prevención y tratamiento de diabetes tipo 2. 
    • Disminución de riesgo de cataratas.        
    • Prevención de la litiasis biliar.        
    • Prevención de litiasis renal.        
    • Prevención y tratamiento de gastritis.       
    • Prevención y manejo de úlcera péptica.        
    • Profilaxis y tratamiento del tromboembolismo venosos profundo.        
    • Prevención y tratamiento de la obesidad.        
    • Prevención y tratamiento de la hipertensión arterial.        
    • Prevención y tratamiento de la hipercolesterolemia.        
    • Prevención y tratamiento de la constipación.   


     Las dietas vegetarianas apropiadamente planeadas han mostrado ser saludables, nutricionalmente adecuadas, y beneficiosas en la prevención y tratamiento de ciertas enfermedades.

    Las dietas vegetarianas son apropiadas para todos los estadios del ciclo vital. Hay muchas razones del aumento del interés por el vegetarianismo. Se espera que el número de vegetarianos aumente a lo largo de la siguiente década.

     Los profesionales de la salud deberían ayudar a las personas a introducirse en esta dieta proporcionando información  actual correcta acerca de la nutrición vegetariana, alimentos, y fuentes.

Comida vegetariana saludable


      Aplicación integral del vegetarianismo

      Aplicación integral del vegetarianismo
       

    ¿Qué estamos haciendo? 


      La evidencia es demoledora. Después de los argumentos expuestos, pocas excusas quedan para justificar el consumo de carne. 
      Quizás no estás preparado para dejar de consumir carne, pero ahora tendrás la información suficiente como para tomar una decisión a conciencia, basándote en los conocimientos más actuales sobre lo perjudicial que es la dieta basada en carne para el medio ambiente y organismo. 
       Pero si todavía no te convenciste, vamos a hacer una pregunta retórica. 

       


       ¿Deforestamos bosques exponiéndonos a inundaciones, erosión, desertificación, alteración de los regímenes de lluvia y pérdida de la biodiversidad para cultivar toneladas de alimentos que podrían satisfacer la demanda del doble de la población actual pero que se la damos a miles de millones de animales para que engorden y emanen gases de efecto invernadero que causan calentamiento global, con el consiguiente derretimiento de los polos, causando la desalinización del océano y alteración de la flora y fauna marina, para que solo una parte de la población pueda darse el gusto de saborear un pedazo de carne al mismo tiempo que su salud empeora y la otra parte de la población muere de hambre? 




    Tan absurdo como suene, esta es la realidad. Realmente somos una especie única.


       Pero... ¿Cómo podemos saber si los problemas ambientales y sanitarios se resolverían si todo el mundo adopta una dieta vegetariana?.


       No se resolverían todos los problemas, pero adoptar una dieta vegetariana sería un primer paso para solucionar varios de ellos y esto lo podemos saber por proyecciones basadas en la evidencia.



    Adoptar una dieta vegetariana saludable



    Acercándonos a una posible solución 






    En 2007 se publicó un estudio en la Revista Europea de Nutrición Clínica ( European Journal of Clinical Nutrition ) denominado “Evaluación del impacto ambiental de varios patrones dietéticos combinados con diferentes sistemas de producción de comida” ( Evaluating the environmental impact of various dietary patterns combined with different food production systems) cuyo objetivo fue presentar una comparación de diferentes tipos de dieta y evaluar el impacto medioambiental que cada una de estas dietas produce.

    Asimismo, en cada tipo de dieta escogido, se estudia de nuevo el impacto medioambiental según si son realizadas las dietas con alimentos obtenidos del método tradicional de producción (agricultura orgánica) o procedentes de agricultura no orgánica.

    Las dietas que escogieron son:

    • Dieta VEGETARIANA: Incluye cualquier verdura o fruta, leche, productos frescos, huevos y excluye cualquier tipo de carne animal (carne o pescado).  
    • Dieta VEGANA: Dieta basada en frutas y verduras. Excluye cualquier tipo de producto de origen animal, como leche, quesos o huevos.
    • Dieta OMNÍVORA: Tanto productos vegetales como animales.


       Además, añade un último tipo de dieta, que recoge el tipo de alimentación habitual en un "italiano medio" (dieta italiana normal, equivalente al tipo de comida promedio semanal que ingiere un italiano que no sigue ningún tipo de dieta específico).

    Para medir el impacto ambiental utilizaron un instrumento objetivo, aceptado y estandarizado a nivel internacional, denominado LCA ( Life Cycle Assessment, Evaluación del ciclo vital ).

    Se trata de un instrumento que mide de forma objetiva el impacto ambiental y gasto de energía que realiza una actividad o proceso determinado. Se basa en identificar y calcular de manera cruda la energía y materiales consumidos y los desechos producidos.

    Evalúa todo el ciclo vital de una actividad o proceso, desde su extracción y procesamiento, a la producción, transporte, distribución, uso, reutilización, reciclaje y eliminación final.


    Evaluación del ciclo de vida útil


       Así, en el caso de evaluar el LCA de una dieta, tendría en cuenta el ciclo desde su cultivo en la tierra o cuidado de animales, producción en plantas de alimentación o granjas orgánicas, transporte (por carretera, marítimo o aéreo), su distribución (no es lo mismo una granja local que distribuye en su misma comunidad autónoma que una empresa a nivel mundial, como algunas marcas de gaseosas muy conocidas que distribuyen hasta en los rincones más recónditos del planeta), venta, uso, posibilidad de reciclaje (ciertos envases no se reciclan y son desechados directamente) y eliminación final (los productos alimenticios son biodegradables, ciertos envases o compuestos químicos no).



     Los autores consideraron, asimismo, el impacto directo sobre la salud del ser humano (compuestos que tengan un impacto negativo como carcinógenos, métodos de producción que afecten al cambio climático o produzcan radiaciones ionizantes), sobre la calidad de los ecosistemas (acidificación, ecotoxicidad) y sobre los recursos (uso primario de recursos y de combustible y qué tipo de combustible).

    Los resultados del estudio muestran que la dieta que genera un mayor impacto ambiental y en la salud del ser humano es la dieta normal o estándar. En segundo lugar, pero con bastante diferencia con respecto a la primera, se sitúa la dieta omnívora con métodos de producción no orgánicos.

    En tercer lugar la omnívora con producción orgánica. La vegetariana les sigue (primero no orgánico y luego orgánico) y, por último, la dieta que menos impacto ambiental genera es la dieta vegana.

    Diferencia en las diferentes dietas sobre el consumo de recursos, impacto medio ambiental y el impacto en la salud humana
    El gráfico muestra la diferencia en las diferentes dietas sobre el consumo de recursos (blanco), impacto medio ambiental (gris oscuro) y el impacto en la salud humana (gris claro). A mayor cantidad de puntos, mayor es el impacto.


     La lista es la siguiente, siendo las primeras las que mayor impacto ambiental y sanitario producen: 
          
                      1. Dieta estándar
                      2. Dieta omnívora con alimentos obtenidos con métodos no orgánicos
                      3. Dieta omnívora con alimentos obtenidos con métodos orgánicos
                      4. Dieta vegetariana con alimentos obtenidos con métodos no orgánicos
                      5. Dieta vegetariana con alimentos obtenidos con métodos orgánicos
                      6. Dieta vegana con alimentos obtenidos con métodos no orgánicos
                      7. Dieta vegana con alimentos obtenidos con métodos orgánicos

       Estos datos implican que una dieta basada en gran consumo de productos animales tiene un mayor impacto sobre el medio ambiente. La producción de forma tradicional (orgánica) genera menor impacto medioambiental.


       Cabe destacar que en el estudio también se analizó el impacto de cada uno de los componentes de la dieta, y el alimento que mayor impacto produce sobre el medio ambiente es la ternera. Le siguen la leche, quesos y pescado.


       De un 5 a un 30% del impacto es debido a la utilización de la tierra por parte del ganado. El aumento del uso de tierra para el ganado supone una mayor deforestación y modificación del ecosistema.

    Los autores señalan que el efecto más dramático sobre el medio ambiente es el consumo de agua. La agricultura y la ganadería consumen el 70% de agua corriente del planeta, mientras que solo un 22% se utiliza en la industria y un 8% para uso doméstico.


    Excesivo consumo de agua en agricultura y ganadería


     La conclusión más importante que se extrae de este estudio es que poder producir cambios en los estilos de alimentación de las personas de los países desarrollados podría jugar un importante papel en disminuir el impacto medioambiental que produce el ser humano.

    Todas estas consideraciones deben apoyar las iniciativas de educar a las sociedades de los países desarrollados para que realicen unos estilos de vida saludables, tanto para sí mismos como para el planeta. 


    Los autores concluyen el estudio sugiriendo que las dietas vegetarianas y vegana, debido a su escaso impacto medioambiental y consumo de recursos, podrían jugar un papel importante en la preservación de los recursos naturales y reducir el hambre y la malnutrición en los países más pobres.

     Otros estudios similares han sido publicados con las mismas conclusiones y teniendo en cuenta las múltiples presiones ecológicas que ejerce una floreciente civilización humana en nuestro planeta, hay una necesidad de tomar decisiones difíciles.

     Entre estas decisiones difíciles, muchas sociedades y gobiernos, tendrán que reconsiderar la creciente demanda de una dieta basada en animales. 


    Podría ser necesario que gobiernos evalúen los subsidios agrícolas y desvíen parte de los fondos para apoyar la investigación  en  el desarrollo y la aplicación de métodos sostenibles de producción de alimentos.

     
     Además, los programas de extensión para educar e informar a la gente deberían incluir los beneficios para la salud y el medio ambiente de una dieta vegetariana.


    Reafirmando lo anteriormente dicho, el 2 de Junio de 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó en un informe titulado “Evaluación de los impactos ambientales del consumo y producción: productos y materiales prioritarios” ( Assessing the Environmental Impacts of Consumption and Production: Priority Products and Materials ), que un cambio global hacia una alimentación sin productos de origen animal es vital para salvar al mundo del hambre, de la escasez de combustible y de los peores impactos del cambio climático.



    Organización de las Naciones unidas ONU
    Organización de las Naciones Unidas (ONU)


    El punto 2 de la página 82 del informe, dice que por motivos ecológicos se ha vuelto necesario que a nivel mundial se siga una alimentación sin productos de origen animal:


    Los impactos de la agricultura se espera que aumenten sustancialmente debido al crecimiento demográfico, el aumento del consumo de productos animales. A diferencia de los combustibles fósiles, es difícil buscar alternativas: la gente tiene que comer. Una reducción sustancial de los impactos sólo sería posible con un sustancial cambio de dieta en todo el mundo, lejos de los productos de origen animal". Organización de las Naciones Unidas (ONU).


     Conclusión




    El futuro de la interfaz entre el ganado y el medio ambiente estará determinado por la forma en que se resuelva el equilibrio entre dos demandas que compiten: la demanda de productos alimenticios de origen animal, por un lado, y la demanda de servicios ambientales por el otro.


    Las dos demandas son impulsadas por los mismos factores: aumento de la población y aumento del consumo. La base de recursos naturales dentro de la que estos factores tienen que encuadrarse es finita.




    Aumento de la población y aumento del consumo de alimentos


    Por esto, la considerable expansión del sector pecuario, estimulada por la expansión de la demanda, debe llevarse a cabo reduciendo sustancialmente los impactos ambientales producidos por las actividades pecuarias. 


    El crecimiento de la demanda de productos animales durante las próximas décadas será considerable.
     Aunque la tasa de crecimiento anual será algo más baja que en las últimas décadas, el crecimiento en volumen absoluto será enorme.

    Se estima que la producción mundial de carne crecerá más del doble, pasando de 229 millones de toneladas en 1999‑2001 a 465 millones de toneladas en 2050, mientras que la producción de leche se incrementará de 580 a 1 043 millones de toneladas, y la mayor parte del crecimiento de la producción de carne y leche se producirá en los países en desarrollo.


       En ausencia de medidas correctivas radicales, el impacto ambiental de la producción pecuaria empeorará drásticamente. Visto de manera muy simple, si la producción se duplica sin ninguna reducción de los impactos ambientales por unidad de producción, el daño ambiental se duplicará.   


    La continuación de la tendencia actual causaría un desastre y debe ser revertida en direcciones más benéficas. El crecimiento económico y demográfico combinado con el aumento de la escasez de los recursos naturales y el agravamiento de los problemas ambientales ya se están traduciendo en un aumento de la demanda de servicios ambientales.

    Esta demanda se ampliará cada vez más: desde los factores inmediatos de preocupación como las molestias causadas por las moscas o los malos olores, pasando por las demandas intermedias de agua y aire limpios, hasta llegar a preocupaciones ambientales más amplias y de largo plazo como el cambio climático o la biodiversidad, entre otras.

     Lamentablemente esto no es comprendido cabalmente por muchos formadores de políticas y emprendedores privados, por lo cual resulta necesario traducirlo aún más claramente:


    SIN LOS AMBIENTES NATURALES, LOS SISTEMAS DE SOPORTE DE VIDA COLAPSAN, Y CON ELLOS NUESTRA PROPIA EXISTENCIA, SIN ALTERNATIVA NI SOLUCIÓN.

     Siendo esto así,

    ¿Aún existe algo que deba ser discutido al respecto? 


    Recomendaciones  




    1) Deja de comer carne o al menos disminuya su consumo

    La producción de carne produce más impactos sobre el planeta que la producción de vegetales.

    Los consumidores que están preocupados por la deforestación y el medio ambiente, en particular los de los países desarrollados y en vías de desarrollo, donde los niveles de consumo de carne son elevados, podrían al menos comer menos carne a fines de disminuir su impacto negativo sobre la biodiversidad del planeta, el clima y sobre su propio organismo.

     Además de reducir la cantidad total de carne que comen, los consumidores pueden cambiar los tipos de carne que comen. 

    La producción de carne de vaca es la que produce más presión sobre el medio ambiente, por lo que consumir menos carne de vaca puede ser una manera de aliviar la presión sobre los bosques tropicales. 


    2) Cambiá el tipo de carne que consumís. 

    Pueden sustituir la misma cantidad de carne de vaca por carne de cerdo y aves de corral, y aunque esto no requiera un cambio importante en la dieta, esto reduce en gran medida el consumo de recursos.


    3) Hazte escuchar

     Los consumidores deben utilizar su poder colectivo en el mercado para instar a las empresas a comprar y carnicerías a vender sólo carne que no provenga de zonas deforestadas.

    Del mismo modo, los consumidores deben presionar a los gobiernos para hacer dos cosas fundamentales:


                     a) Promulgar y hacer cumplir las políticas que protegen los bosques.
                     b) Eliminar las políticas que promueven la producción de carne que lleva a la           deforestación.

    De esta manera podrás hacer un aporte a la conservación y restauración del medio ambiente y el clima de todo el planeta.  

    El autor de esta obra es activista del Movimiento Zeitgeist,  y aunque esta publicación NO ESTE RELACIONADA con el tren de pensamiento y propuesta del movimiento, invita a investigar sobre el mismo ingresando a cualquiera de las direcciones que se encuentran debajo.

    El Movimiento Zeitgeist es una organización que aboga por la sostenibilidad del planeta, la paz y la prosperidad de nuestra sociedad, que reconoce que todos los países deberían desarmarse y aprender a compartir ideas y recursos si esperamos sobrevivir a largo plazo, por lo que las soluciones a las que se llega y que se promueven tiene la intención de ayudar a todos en el plantea y no a un grupo selecto.


    The Zeitgeist Movement es una organización sin ánimo de lucro



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                                                                                        Ir a  ¿Por qué ser vegetariano? Bibliografía 





                                                                                                             Ezequiel Martín Arrieta
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